Desacuerdo y bloqueo en el tope de la UE al precio del gas
Arrecian las críticas contra el plan para limitar el precio del gas en la UE.
Discusión acalorada y puntos de vista muy divergentes. Éstas son algunas de las palabras con las que los ministros de Energía de los Veintisiete han descrito su encuentro de este jueves en Bruselas que ha acabado sin acuerdo. Los ministros de Energía de la UE, reunidos en Bruselas, criticaron el plan de la Comisión Europea, y varios lo tildaron de «broma», porque los criterios previstos nunca llegarán a activarse. Otros estados, escépticos ante cualquier precio tope, advirtieron del riesgo que puede suponer para la estabilidad del suministro.
La clave del conflicto es el tope de 275€/MwH para el precio del gas propuesto por la Comisión Europea. El listón del tope es tan alto que nunca se habría activado en el pasado. Ni siquiera durante el pasado mes de agosto, cuando los precios batieron récord en Europa. Para la mayoría de los Estados miembros, es inaceptable. «El mecanismo tiene tres problemas serios: de diseño, de precio y de condiciones. Es decir, los tres elementos centrales están mal planteados. Parece diseñado precisamente para que nunca jamás se llegue a aplicar y eso nos parece que es una broma de mal gusto por parte de la Comisión», ha asegurado a su llegada Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica de España.
Sin embargo, los 27 estados miembros acordaron, en principio, crear una plataforma conjunta de compra de gas para 2023 y acelerar los permisos para las energías renovables. Se trata de dos medidas mucho menos controvertidas, anunció el ministro de Energía checo, Jozef Sikela, cuyo país ocupa actualmente la presidencia rotativa de la UE. De todas maneras, estas dos medidas tendrán que esperar hasta que se resuelva la cuestión del tope de precios que, con algo de suerte, se solucionará en una nueva reunión fijada provisionalmente para el próximo 13 de diciembre.
Pero hay un grupo más pequeño de países, encabezados por Alemania y Países Bajos, que no quieren intervenir en el mercado. Y les preocupa el impacto en el suministro de gas en Europa. «La propuesta que está ahora sobre la mesa sobre el mecanismo es defectuosa. Hay mucho riesgo de dañar la seguridad del suministro energético y también la estabilidad del mercado financiero. Así que soy muy crítico con esta propuesta desde un punto de vista diferente al de algunos de mis colegas», ha defendido Rob Jetten, ministro por el Clima y la Política Energética de Países Bajos. A pesar de que ya se han acordado de manera informal, algunos Estados miembros no quieren dar la luz verde si no se aprueban a la vez que el tope al gas.