La alimentación pide al Gobierno que frene el impuesto al plástico para salvar empleos: “No puede aplicarse ahora”.
La inflación y la subida de costos energéticos y de materias primas afectaría a la mayor campaña de consumo de todo el año, la de Navidad, en un momento complicado para la cadena agroalimentaria, que afronta muy pronto la entrada en vigor del impuesto al plástico. España es «el único país de la Unión Europea que va a implantar esta tasa» que tendrá un impacto de 690 millones de euros en las empresas del sector, según explica Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB… la Federación de Industrias Agroalimentarias y Bebidas.
El sector de alimentación y bebidas advierte que tendrá un impacto en toda la cadena (productor, fabricantes, distribuidores), pues supondrá «incrementar los costos aún más», según denuncia García de Quevedo. También creen que la complejidad a la hora de desarrollarse de este nuevo tributo requiere un desarrollo reglamentario muy detallado donde se expliquen todos los procedimientos y trámites a seguir, pero denuncian que la administración todavía no ha resuelto las dudas planteadas.
Esos 690 millones de euros que tendrán que desembolsar las empresas «es una cantidad que para el sector es muy relevante. Por eso, creemos que pedir que se retrase un año su entrada en vigor es algo de sentido común», señala el director general de la patronal de alimentación. FIAB recuerda que la nueva legislación en materia de sostenibilidad amenaza la supervivencia de 2.400 empresas y más de 25.000 empleos.
García de Quevedo insiste en que esto supone un costo añadido para el sector en un momento difícil en el que ya está recortando sus márgenes para evitar tener que trasladar el incremento de costes (energía y materias primas) al precio al consumidor. «Ni siquiera hemos pedido la suspensión, sino atrasarlo un año. Demuestra una gran falta de sensibilidad pedir que se aplique esta medida en el contexto actual», señala el directivo.
Campaña de navidad.
Con respecto a la escalada de precios, García de Quevedo cree que tendrá un impacto en la próxima campaña navideña. «A nuestras empresas no les gusta subir los precios, es una decisión difícil porque cuando lo haces asumes un riesgo porque el consumidor muchas veces toma decisiones en función del precio», lamenta el directivo. Recuerda, además, que las empresas agroalimentarias «no están ganando dinero con la inflación». La de los alimentos ya supera el 14%, a pesar de ello, según el directivo, el precio medio de la cesta de la compra en España «está un 5% por debajo del precio medio en la Unión Europea».
El director general de Fiab apuesta por subvencionar algunas materias primas para frenar la escalada inflacionista en los alimentos y para garantizar que se produce a un precio razonable. «Hay que ayudar a las empresas a pasar este bache», opina.