Las personas que viven cerca de zonas con mucho tráfico tienen mayor riesgo de sufrir demencia.
Un reciente estudio ha concluido que una mayor exposición a cierto tipo de contaminación atmosférica relacionada con el tráfico puede ser un factor de riesgo en el desarrollo de la demencia. “Esto no significa que la polución causa demencia”, aclara el neurólogo de Policlínica Gipuzkoa, Gurutz Linazasoro,. “El que haya una correlación no significa que haya una relación causa-efecto, sino que quien viva en un ambiente con más polución tiene mayor riesgo de padecerlo en el futuro”, añade.
Los investigadores han destacado que si bien hay muchos factores de riesgo biológico que influyen en la demencia que no se pueden modificar, sí pueden serlo otros como los hábitos saludables u otros de tipo medioambiental. Los resultados muestran que los ciudadanos que viven a menos de 50 metros de una carretera con tráfico presentan un 7 por ciento más de riesgo de sufrir demencia que los que viven a más de 300 metros.
En este caso, la exposición a la contaminación atmosférica y más concretamente, las partículas finas, PM2.5, que consisten en partículas contaminantes de menos de 2,5 micras de diámetro suspendidas en el aire, sí podrían influir en su avance. PM es material particulado que se encuentra en el aire, una mezcla de partículas sólidas y gotas líquidas. Algunas partículas, como el polvo, la suciedad, el hollín, o el humo, son lo suficientemente grandes y oscuras como para verlas a simple vista. Otras, en cambio, son tan pequeñas que solo pueden detectarse mediante el uso de un microscopio electrónico.
Hong Chen señala a un presunto culpable: la exposición a largo plazo a contaminantes producidos por las emisiones de los coches, como el dióxido de nitrógeno y las partículas finas en suspensión. También apuntan a otras sustancias tóxicas del tráfico, como las partículas ultrafinas y los metales pesados. Según Chen, “nuestro estudio sugiere que las políticas que son efectivas para reducir la exposición a la contaminación del tráfico tienen un beneficio potencial para la prevención de la demencia”.
Lo que sí que es cierto es que la contaminación del aire, influya o no en la demencia, provoca 30.000 muertes prematuras al año en España y 520.000 en el conjunto de la UE, según la Agencia Europea del Medio Ambiente.